En Chile no sólo se acaba el agua ¡La poca que queda, la contaminan!

Por Javiera F. De la Paz, Bióloga Ambiental y Dra en Biotecnología.

 

Decir que Chile se está secando no es sólo una expresión y menos una exageración, es un hecho que según los expertos va en aumento, y parece ser en parte irreversible.

Decir que Chile se seca no es mañana, es hoy.

Hoy en Chile llueve un 30% menos de lo que llovía en los años 80, y más de la mitad de las comunas del país (184 de las 346,  donde vive el 47% de la población) se encuentran decretadas como “Zona de escasez hídrica”[1].


¿Qué implica que una comuna sea decretada Zona de Escasez hídrica?

En palabras simples, estos decretos permiten a la Dirección General de Aguas (DGA) suspender atribuciones a quienes tienen propiedad sobre el agua y, a la vez, autoriza extracciones de agua superficial (ríos, lagos, lagunas, etc.) y subterráneas (acuíferos) sin necesidad de tener estos derechos, ni tampoco considerar los límites de caudal ecológico[2], excepto en los embalses particulares, que acumulan artificialmente agua de los ríos y concentran una parte importante de las aguas superficiales en la zonas norte y centro sur del país.


Ejemplo muy crudo de esto es lo ocurrido en la ciudad de Valdivia, o “Valdiluvio” como se conoce comúnmente por ser la ciudad más lluviosa de Chile debido a que históricamente acumulaba unos 2000 mm de agua caída al año. Dicha ciudad, este año no ha tenido siquiera las lluvias necesarias para alcanzar la mitad de este valor, y en consecuencia ha sido declarada Zona de Escaséz Hídrica por el Ministerio de obras Públicas al aceptar los antecedentes de la DGA [3].


¿Qué es la DGA?

Es la institución a cargo de generar y gestionar información sobre las aguas continentales del país y las obras hidráulicas relacionadas, con el fin de contribuir a una mayor competitividad del mercado y el resguardo de la certeza jurídica e hídrica para el desarrollo sustentable del país”[4]


Hoy nuestro país se encuentra en la mayor megasequía registrada en la historia [5] y la ciencia proyecta que este escenario; que es consecuencia de la acción humana que ha provocado el Cambio Climático Global y la reducción de la capa de Ozono; no se revertirá, sino que ira empeorando progresivamente [6],[7].

Así, lo que aprendimos en la escuela sobre el clima desértico y semi-árido en la zona norte y el clima mediterráneo en la zona centro-sur, ya no corre. En particular el clima mediterráneo se ha desplazado al sur y la zona centro ahora posee un clima semi-árido, con mayores temperaturas extremas y cada vez con menos precipitaciones.

 

Figura 1: Lago Rapel, Región de O’Higgins (febrero, 2020). Fotografías de Javiera De la Paz.

 

Hoy, lo que aprendimos sobre lagos prístinos de la zona sur, caracterizados por tener aguas cristalinas con pocos nutrientes (oligotróficos) y por tanto con una excelente calidad, ya no corre. Hoy nuestros lagos y ríos no sólo se están secando debido el aumento de la evaporación [8], la disminución de los caudales de los ríos [9], y la extracción indiscriminada de aguas para usos industriales; sino que también están siendo contaminados cada día más.

Al extensivo uso de pesticidas y fertilizantes, y a la descarga de aguas servidas que llegan a los ríos y lagos, contaminando sus aguas con nutrientres y compuestos tóxicos, se le suma la instalación de pisciculturas [10] que también aportan grandes cantidades de contaminantes a través de los residuos de alimento, heces, y el excesivo uso de antibióticos en los cultivos de peces, entre otros. De este modo, se han ido contaminando progresivamente las fuentes de aguas superficiales que nos quedan, afectando no sólo a los ecosistemas sino que directamente a las personas, poniendo en riesgo nuestro bienestar y seguridad alimentaria, minando nuestro derecho al agua, a la salud, y a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.  Esta es una problemática nacional (y también global) que no puede ser resuelta con medidas puntuales y transitorias, sino que requiere urgentemente de estrategias de adaptación y un cambio al modelo de desarrollo actual.

Este aumento progresivo an la contaminación de las aguas superficiales en Chile, se hace evidente en muchos lagos y lagunas del centro y sur del país, donde la contaminación ha resultado en la ocurrencia cada vez mas frecuente de eventos de Floraciones Algales Nocivas o FAN (Almanza, 2016a) [11]  -comúnmente (mal)llamadas “mareas rojas”- que generan mortalidad de peces, aves, y fauna en general, además de un alto riesgo de intoxicación en las personas, debido a la creciente proliferación de diversos tipos de microalgas que por una parte disminuyen el óxigeno de las aguas, pero ademas producen diversas toxinas que pueden ser peligrosas para los ecosistemas y la salud humana (Almanza, 2016b) [12] al entrar en contacto con estas aguas. Estos eventos ponen en riesgo el abastecimiento de agua para consumo humano, ya que por una parte, desconocemos en gran medida sus causas y carecemos de herramientas para su prevención. Sin ir mas lejos, las normas de calidad que regulan los límites máximos de contaminantes que pueden existir en las aguas de consumo humano (NCh 409/1:2005) [13] para asegurar su inocuidad, asi como para el agua de riego, bebida de animales, recreación y la vida acuática en Chile (NCh1.333:1987) [14], ni siquiera contemplan la exitencia de este tipo de toxinas, puesto que cuando fueron creadas dichas normas, este era un problema poco frecuente y desconocido en nuestro país.

 

Figura 2: Eventos de Floraciones Algales Nocivas en lagos del Chile Central. (A) Lago urbano Lo Galindo, R. del Biobío (verano 2013). (B) Estero Llico, Región del Maule (verano 2016). Fotografías de Viviana Almanza.

 

Por todo ello (y más) es que hoy debemos asumir el desafío de adaptarnos a este nuevo escenario de escasez y riesgo constante. Debemos asumir que es nuestra labor permitir que las próximas generaciones sufran lo menos posible los efectos del Cambio Climático Global que ha resultado del modelo de desarrollo y estilo de vida moderno que hemos llevado. Este modelo se ha basado en la explotación de la Naturaleza y de personas para satisfacer el consumismo , y nos pone en una posición de total desconexión con la Naturaleza de la que no sólo somos parte, sino de la cual dependemos de manera vital; este modelo que en Chile ha llegado al extremo de quitarnos el agua y dejarnos la contaminación.

Hoy debemos asumir que el agua es un Derecho Humano que debe ser reconocido y protegido por el Estado de Chile en una nueva Constitución Política, y cuyo acceso para las personas y la vida en general, no solo en cantidad sino que también en la calidad adecuada, debe ser una prioridad ante los usos productivos de exportación.

Ya no podemos seguir mirando al lado y permitir que se niegue la realidad del Cambio Climático Global, menos aun cuando la comunidad científica ha llegado a consensos respecto de sus causas y efectos, y existiendo en Chile numerosas comunidades que sufren HOY, en carne propia, sus consecuencias. Finalmente, tampoco  podemos permitir que lleguen a gobernar quienes pretenden que esta situación se mantenga igual, y más aún, que nos les importa que empeore más,  poniendo en riesgo nuestro futuro y de nuestros hijos e hijas, su derecho a la vida digna, a la salud, al agua, y a disfrutar de la Naturaleza.

No da lo mismo quien gobierne.

 

 

Referencias:

[1] https://dga.mop.gob.cl/administracionrecursoshidricos/decretosZonasEscasez/Paginas/default.aspx

[2] Caudal ecológico: caudal mínimo que se establece para cada río, que en teoría corresponde al mínimo para soportar la vida y funciones de los ecosistemas acuáticos

[3] https://www.diariodevaldivia.cl/noticia/actualidad/2021/11/gobierno-decreto-por-1era-vez-escasez-hidrica-para-la-region-de-los-rios

[4] https://dga.mop.gob.cl/acercadeladga/Paginas/default.aspx

[5] Boisier, J. P., Rondanelli, R., Garreaud, R. D., & Muñoz, F. (2016). Anthropogenic and natural contributions to the Southeast Pacific precipitation decline and recent megadrought in central Chile. Geophysical Research Letters, 43(1), 413–421. https://doi.org/10.1002/2015GL067265

[6] Susan Solomon, Gian-Kasper Plattner, Reto Knutti, Pierre Friedlingstein. Irreversible climate change due to carbon dioxide emissions. Proceedings of the National Academy of Sciences Feb 2009, 106 (6) 1704-1709; DOI: 10.1073/pnas.0812721106 https://www.pnas.org/content/106/6/1704

[7] https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2021/08/IPCC_WGI-AR6-Press-Release-Final_es.pdf

[8] El aumento de las temperaturas ambientales acelera la evaporación natural de las aguas superficiales.

[9] Los ríos en Chile central son de origen principalmente pluvial (por las lluvias) y glaciar. Es decir se alimentan del derretimiento de los glaciares en primavera y verano, y de las lluvias en otoño-invierno. Al haber menos lluvias y acumulación de nieves los caudales de los ríos bajan, y los niveles de los lagos que éstos alimentan, disminuyen inevitablemente

[10] Piscicultura: Cultivos de peces, actividad realizada de manera intensiva y mayoritariamente con salmónidos en el sur de Chile.

[11] Almanza, Viviana, Parra, Oscar, De M. Bicudo, Carlos E., González, Mariela A., Lopez, Marcela, & Urrutia, Roberto. (2016). Floraciones de fitoplancton y variación de la estructura comunitaria fitoplanctónica en tres lagos someros eutróficos de Chile Central. Gayana. Botánica, 73(2), 191-205. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-66432016000200191

[12] Almanza, Viviana, Parra, Oscar, Bicudo, Carlos E. De M., Baeza, Carolina, Beltran, Johana, Figueroa, Ricardo, & Urrutia, Roberto. (2016). Occurrence of toxic blooms of Microcystis aeruginosa in a central Chilean (36° Lat. S) urban lake. Revista chilena de historia natural, 89, 1-12. https://dx.doi.org/10.1186/s40693-016-0057-7

[13] Disponible para descarga en: https://bit.ly/3y1rbA0

[14] Disponible para descarga en: https://bit.ly/332Xq6x

 

Publicado en Artículos de opinión, Noticias, Publicaciones.

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